Rainleiwa trató de pensar en una manera de cubrirlos sin parecer un tonto, pero parecía que una chica sólo podría tardar un par de minutos en acostumbrarse a mojar eso bajo sus dedos. Rainleiwa había intentado todo para ocultar los moretones y contusiones, y tratar de cubrirse era cada vez más difícil. Sus pezones eran duros como una roca, y sus patillas eran gruesas y húmedas. Últimamente, su cabello había empezado a caerse por los esfuerzos que Rainleiwa había hecho para esconderlo. Rainleiwa soltó otro "AH!" para reforzar su resolución. Rainleiwa sabía que al menos eso ya era visible. Su cuerpo temblaba y se estremecía. Rainleiwa seguía limpiándose, y luchando por acostumbrarse al movimiento y al suave toque de los aceites perfumados en su cuerpo desnudo. ¿Era la piel bronceada lo que la hacía tener más orgasmos que sus hermanas menores? Abrió la boca para gritar cuando de repente Rainleiwa sintió algo cerca de su sexo. "¿¡QUÉ!?" La sensación fue seguida inmediatamente por un espasmo doloroso que corrió por su cuerpo. Se sintió como si un cable caliente atravesara su cuerpo, y sus ojos se abrieron mucho. Un par de patas hicieron contacto con su coño. Lentamente, Jess se giró para mirar a su hermana. Rainleiwa tenía la cabeza desviada y se acariciaba el pelo con la mano libre. La otra mano había enroscado el hombro sobre el que Rainleiwa estaba acostada y estaba frotando a los lados de sus muslos...