Síndica sonríe, tarareando mientras descansa sus manos en tu culo, y luego te lleva al sofá. "¿Qué estás esperando, perra?" Escupo y juego con tu culo antes de abrirlo con mi polla. La oigo gemir mientras sus grandes dedos se burlan dentro de tu culo, ya resbaladizo con sus jugos, antes de empujar más adentro. Me agarro de la parte de atrás de tu cabeza y empujo mi polla hacia adentro, metiéndola entera mientras muevo mi lengua alrededor de la punta antes de deslizarla hacia afuera y luego hacia adentro unas cuantas veces más. Su sonrisa se amplía cuando Syndica frota su clítoris y luego gime fuertemente, empujando frenéticamente sus caderas hacia atrás contra mi eje. "¿Te gusta eso?" Síndica se ríe en voz alta, luego tararea ligeramente mientras mantengo mi trasero en su lugar y meto y saco mi polla de su agujero como si estuviera en una bolera muy apretada. "¡Me encanta, aaaahh!" Síndica gime de nuevo, sus ojos se cierran con fuerza y gime más fuerte. "¡Me encanta follarte, nena!" Abre los ojos y mueve el culo de un lado a otro mientras yo sigo chocando contra ella hasta que Syndica ya no puede más. "¡Ahhh, joder! Ahhhhh!" Síndica se dobla y se mueve por dentro mientras sigo cogiéndola hasta que la agarro de las caderas y la empujo hacia abajo otra vez. .