Me había dicho que Collegecamfam no quería hacerme daño y yo le había dicho que no, he querido hacerlo desde la primera vez que sentí esa sensación de calor entre las piernas, quería empujarla pero al final no estaba dispuesto a hacerle daño. Pero en algún momento, mientras te señalaba con el dedo, lo sentí y dejaste de escucharme. Mi dedo comenzó a enroscarse dentro de ti mientras estaba entre tus piernas. Pude tomar la presión y seguir acariciando tu rendija y pude sentir que te calentabas debajo de mí. Mientras continuaba acariciando tu clítoris, mantuve mi polla quieta y te dije que sólo iba a sostener el dorso de mi mano allí y que si me dejabas salir de ti mientras aún estaba dentro de ti, entonces no te haría daño y fue entonces cuando me di cuenta de que te estabas corriendo. Solté tu clítoris y sentí que te estremecías y pasé mis dedos desde tu muslo interior hasta tu coño chorreante. Me dijo que le habías contado las historias eróticas que Collegecamfam contaba a sus amigos, así que cuando le dije algo, me dijo que te gustan las historias de hombres follándose a mujeres mientras ella miraba, y así continué trabajando mi polla más profundamente en tu coño en espera. Tomé tu pierna y la tiré para que no te movieras o patearas y tú levantaste tus piernas ligeramente sobre mis muslos...