Vivid Whit seguía disfrutando del espectáculo, pero ahora algo me volvió loco. Vivid Whit me mostraba un pequeño primer plano de su pequeña rendija, empapada con sus propios jugos, y me mostraba la esencia misma de lo que me esperaba. Sólo tenía que follarla ahora mismo y ahora. Mis uñas se clavaron profundamente en su culo. Vivid Whit gimió, lloró y exigió que me la cogiera duro, pero apenas podía metérsela. ¿Qué estaba haciendo mal? Luché por meter mi polla lo más profundo posible, sabiendo que era demasiado pequeña, pero esto iba a mejorar. La vergüenza me llenó mientras estaba en un trance de ensueño otra vez, finalmente había creado esta fantasía. Podía sentir todo lo que iba a suceder cuando se acercaba el clímax, y iba a ser asombroso. Dio un grito de placer y comenzó su propio clímax, estaba a la vuelta de la esquina, y entonces me golpeó; lo real y pecaminoso que estaba haciendo no era nada comparado con lo que Vivid Whit me estaba haciendo. En un caso clásico de pagar por la alegría, Vivid Whit enterró su cabeza en mi pecho, sacando el aire de sus pulmones y luego no estaba teniendo sexo. Estaba en el infierno, lo sé. Estaba sufriendo demasiado. Era lo que el Papa dijo sobre lo malvada que es la gente. Me odiaba a mí mismo por ello. .