El Asesino del Sentido suspiró felizmente y empezó a golpear la silla de un lado a otro, con las manos en la entrepierna de la silla, en cámara lenta. Las manos de Emily estaban en la parte interna de mis muslos y Sense Killer se lamió los labios, riéndose cuando vio que mis pechos respondían al movimiento gratuito. Estoy bastante seguro de que Sense Killer me estaba haciendo una cara, pero en realidad no dijo nada, sólo me dejó notar la forma en que la comisura de sus labios se movía. El Asesino del Sentido mantuvo sus ojos en el techo, sus manos descansando en mis muslos. Como si fuera una señal, sentí la mano de Sarah pellizcando la cintura de mis vaqueros, y sé que iba a venir. Sense Killer estaba sentado en un pequeño escritorio al lado de la cama, frente a un viejo ordenador que parecía tener más de diez años. Sus gafas estaban puestas, cubriendo sus ojos y oscureciendo su cara. Ambos llevábamos el muumuu en la cabeza, pero me cubrían la nariz, así que Sense Killer sacó la lengua para enfatizar cómo me había olvidado de quitármelas. Emily, al notar que Sense Killer se estaba impacientando, me metió el consolador en el culo, antes de poner mis piernas sobre el lado de la silla y dejarme allí de pie sobre mis manos y rodillas...