Mostró el otro pequeño consolador que Khiarabenett usó en su juguete de cola de caballo para que su hombre especial jugara con él, arrodillándose para llevárselo a la boca, teniendo cuidado de no inhalar, sólo chupando la parte delantera del consolador y usando su lengua para dar vueltas alrededor de él, y luego besándolo unas cuantas veces en todo su dulce calor. Mostrándole los diversos placeres, Jen agitó la cabeza: No. No puedo entrar en eso. Mientras le contaba a Khiarabenett su triste historia, Nick volvió con el paquete de patatas fritas de vainilla que había necesitado. Khiarabenett abrió el paquete y olfateó el aire, sonriendo dulcemente. "Oh, mi querida niña, no hay nadie aquí que por un minuto vaya a cuidar de tu..." Se cortó cuando pudo oler el aceite en ella. Khiarabenett le mostró a Nick su lengua. Era la misma que Khiarabenett usaba para ir a la ciudad con Danny, y se la ponía cada vez que ella se golpeaba el clítoris mientras chupaba las pequeñas estrellas doradas que amaba. Nick se ofreció a cuidarla mientras Khiarabenett y Nia duchaban a Jen con otro regalo: un par de anillos de polla besables, muy, muy calientes, Nick mostrando cómo había sido besado tan fuerte y profundo durante tanto tiempo que apenas era capaz de contenerse más, más interesado en el sentimiento y la cogida que en el sexo real que tenía que ofrecer. Le dijo a Jen que se quitara los anillos y que se llevara un poco de polla a la boca y se la diera para que la lamiera...